Se durmió la voz del alba, se ha dormido la luz del nuevo día, quedó para siempre el silencio y al medidía las nuevas melodías anunciaron tu llegada y ya no es más que una voz vacía.
Allá, donde está el sepulcro, allá se fue la vida tuya. Te has dormido al anochecer, el tren del olvido se fue contigo y nunca más se vió aparecer, la Tierra es testigo de tu desvanecer. Cada hora es un olvido que avanza, el olvido que añora al alma que no descansa.
Hasta mañana señor olvido , hasta mañana señora venganza. Si no nos vemos sólo Dios sabrá quién descansa.
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