Es posible?... sí es posible que nos hayan enseñado a ser amables en lugar de ser astutas. Es posible que nos hayan enseñado a apartar a un lado la ayuda perspicaz para llevarnos bien con los demás. Sin embargo la recompensa que recibimos a ese cambio de ser amables con la gente nos ha llevado a circunstancias opresivas que nos ha llevado a una intensificación de los malos tratos.
La mayor y mejor bendición que una madre puede dar a una hija es el sentido cierto de la verdad en todas las pequeñas y grandes cosas y de su propia intuición, somos lobas hambrientas que aún vuelan mariposas en nuestros pechos. La intuición se transmite de progenitora a hija con la mayor sencillez posible: "juzgas muy bien", la intuición es la auténtica voz del alma, es lo que hace que encontremos el camino que hay que seguir para sacar el mayor provecho posible de la vida y de cada una de las situaciones que nos llevan por el camino de la verdad.
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